Sólo los niños saben
más de ilusión que nosotras, que seguimos sintiendo la misma emoción que
experimentábamos cuando éramos pequeñas. Y eso se nota: cuando pensamos qué le
gustará a cada persona, cuando escribimos la carta y cuando nos imaginamos en
qué maravillosos papeles y de qué original manera habrán envuelto los Reyes los
regalos. Y los Reyes Magos sí que saben de ilusión, y de envolver. Imaginaos,
millones de regalos, millones de sorpresas... millones de ilusiones.
Así han aparecido
los regalos este año en casa de Bea...
¿No son preciosos?
¿No dan ganas de
guardarlos sin abrirlos para siempre jamás?
¡Nooooooo...........!No pudo dejar de
abrirlos, lo cual fue una suerte, porque lo de dentro era más bonito aún. ¿O no
os parece que este juego de desayuno es una maravilla?
¿Han acertado los
Magos de Oriente?
¿Os han regalado lo que soñabais?
¿Han conseguido adivinar
vuestras ilusiones?
Entonces se merecen un besote muy grande.
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