martes, 22 de abril de 2014

Día del Libro

Feliz Día del Libro.






Desde que era pequeña, tengo un hermoso recuerdo del Día del Libro. En mi colegio se preparaba de una manera muy especial y siempre me pareció que era un día importantísimo. 

Durante algún tiempo fui la encargada de la Biblioteca, y en esos ratos largos en los que no había nadie, aprovechaba para leer, para pasar páginas y páginas con gran emoción. De vez en cuando, no recuerdo si por turnos, nos tocaba reparar los libros deteriorados, forrarlos con sumo cuidado, porque realmente estaban doloridos.    Y me entusiasmaba aquella tarea.










Durante mis horas de biblioteca descubrí a Michael Ende, que me cautivó con "Momo", quizá el libro que más me ha gustado y con el que me siento más identificada, sobre todo porque creo que los hombres grises siguen robándome el tiempo.




También me encontré a Maria Gripe, a través de sus maravillosos libros:
 "Los hijos del vidriero", "La sombra sobre el banco de piedra".



Mi infancia está llena de horas de lectura. En casa, mis padres siempre nos regalaban libros ese día, y yo sigo manteniendo esa maravillosa tradición, porque pienso que el mejor regalo es sin duda un libro. Así que me entretendré un rato largo mirando y remirando libros, que es otra afición barata que tengo: perderme en una librería durante horas. 
Bueno, no siempre es barata...




A Bea, cuando era pequeña le gustaban mucho los cuentos de Ana María Matute. Los sacaba de la biblioteca, por eso los recuerda especialmente en esta ocasión.










Ana María Matute es una de nuestras más ilustres escritoras. Fue premio Cervantes en 2.010  y ocupa el sillón "K" de la Real Academia de la Lengua  . Es un honor mencionarla en nuestro blog en este día. 










Queremos recormendaros "El polizón del Ulises", premio Lazarillo de Literatura infantil en 1965, que reedita Anaya en su colección Clásicos Modernos.

Narra la historia de un niño abandonado a la puerta de una casa en la que viven tres hermanas, que le adoptan y le educan inculcándole diferentes valores y formas de enfrentar la vida según sus diferentes caracteres. Vive rodeado de adultos por lo que se las ingenia para hacer su propia pandilla con los animales que habitan en los alrededores. 


Suple esa ausencia de compañeros de juegos con una gran imaginación, inventando que el desván es un barco en el que acogerá a un hombre fugitivo y malherido que huye de la guardia civil. Se convertirá en el polizón de su velero imaginario, el Ulises.





Quizá nos parece que en estos tiempos de tabletas y videoconsolas, a los niños ya no les interesan tanto los libros, pero yo os aseguro que en el momento en que le propongo a mis hijos leer un cuento, dejan todo lo que están haciendo para escuchar, para disfrutar de una buena historia. Y si es ilustrada, mucho mejor.

Y ahora, 
¿sabéis lo que nos gustaría a nosotras 
de verdad, de verdad, de verdad...?
Que nos dejarais un comentario con el libro que marcó vuestra infancia, 
con vuestro preferido, con el que más veces habéis regalado.
 


Pero aún tenemos una última petición:
Por favor, ¡No dejéis de regalar libros!






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